La escuela recibió una visita especial el 5 de diciembre: San Nicolás hizo una parada en la escuela de Buterland. Vestido con su tradicional túnica roja, acompañado por el suave tintineo de su campana y un gran libro bajo el brazo, entró en la escuela.
Los niños de primer curso le recibieron con miradas de asombro. Las clases habían ensayado algo pequeño para saludarle, lo que obviamente hizo las delicias de San Nicolás. A continuación, los alumnos más pequeños le escucharon atentamente mientras les dirigía unas palabras personales para que se las llevaran a casa. Alabó su duro trabajo y su diligencia, pero también mencionó con una sonrisa amistosa algunas pequeñas cosas en las que podrían mejorar en el futuro.
Las clases mayores también recibieron una breve visita de San Nicolás. A su paso por el edificio, se asomó a varias habitaciones, les saludó cordialmente y difundió por todas partes un ambiente cálido y prenavideño.
Como cada año, San Nicolás trajo una dulce sorpresa: carrilleras de yegua horneadas, que se repartieron entre las clases y alegraron los rostros de todos. Esto hizo de la jornada una experiencia maravillosa que enriqueció la temporada de Adviento en la escuela de Buterland.

