Profesores y alumnos trabajan a diario en estrecho contacto. Ambos grupos tienen tareas diferentes. Éstas deben ser respetadas por el otro grupo.
Todo profesor tiene derecho a enseñar sin perturbaciones y, por tanto, el deber de velar por una buena enseñanza.
Todo alumno tiene derecho a recibir una buena enseñanza y el deber de velar por una enseñanza sin perturbaciones.
Todo el mundo debe aceptar los derechos de los demás y cumplir con sus deberes.
de Heidrun Bründel, Erika Simon: Die Trainingsraum-Methode. Interrupciones en clase: normas claras, consecuencias claras (2013)